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El desenlace de… Ignacio

Nuestra amiga Carla ha decidido contarnos el final (o, mejor, continuación) de la historia de su pequeño Ignacio, que te invito a leer por si no recuerdas las vicisitudes de Carla durante el embarazo. Creo que este post ayudará mucho y hará sentirse muy identificadas a las mamás y papás de bebés prematuros. Los más pequeños y valientes del mundo, los que sacan fortaleza de donde la naturaleza ni sabe. Pero aquí os dejo que os lo cuente ella directamente, que lo hace maravillosamente, y ya os adelanto además que os va a emocionar:

Hace unos días retomé mis actividades en mi oficina, y al volver me encuentro con el blog guardado entre mis «favoritos», y siento la necesidad de contarles como terminó el asunto, y de agradecerlos por haberme leído cuando lo necesité, por darme muchas palabras de aliento.  Espero que esta historia sirva de esperanza para quién esté pasando algo similar, que no pierdan nunca la fe, que se puede tener el final feliz, aunque el camino sea muy muy oscuro.

Una mamá mantiene contacto con su bebé a través de la incubadora. Fuente: Pixabay

Una mamá mantiene contacto con su bebé a través de la incubadora. Fuente: Pixabay

Después de la semana 33+2, seguí yendo a los controles cada 4 días. Con la presión a lo loco, haciendo picos de hasta 150/110. En reposo absoluto de lado izquierdo, con una dieta hiperproteica para que aumentase de peso el bebé (que me dejó un par de kilos extras que se niegan a desaparecer).

 
De cuatro en cuatro días llegamos a la semana 35+5. En la consulta detectaron que tenía 3 de líquido amniótico, por lo que mi bebé debía de haber estado sufriendo dolores adentro al prácticamente no poder moverse, por lo que decidieronn interrumpir el embarazo ese mismo día.
 
Ignacio nació a las 18:45, mediante una cesárea programada, pesando 1925 gramos. Respiró al nacer, pero un minuto después ya no pudo seguir haciéndolo por sí solo y fue llevado inmediatamente a cuidados intensivos. Yo no lo pude ni ver.
 
En cuidados intensivos tuvieron que insertarle un catéter directo al pulmón para inflarle los pulmones. Estuvo 18 horas intubado. Luego pasó a un Hood de oxígeno, que es como una campana gigante en su cabeza llena de oxígeno. 48 horas después pasó a una bigotera de oxígeno que llevó por 5 días. Y después ya logró respirar solito…
 
Nació muy muy débil. No tenía fuerzas para alimentarse, por lo que le pusieron una sonda nasogástrica, por 2 semanas. Y el oxígeno se lo complementaban con cafeína.
 
Como todo recién nacido bajó de peso al nacer, llegó a pesar 1500 gramos. Le hicieron miles de miles de exámenes para descartar todas las enfermedades y patologías posibles.
 
Fueron días angustiantes, terribles, algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Yo pude conocer a mi hijo a través de un vidrio a las 18 horas de nacido, y cargarlo recién a los 4 días.
 
Una familia feliz como la que ha formado Carla. Fuente: Pixabay

Una familia feliz como la que ha formado Carla. Fuente: Pixabay

Casi 4 meses después, aún lloro solo de pensar qué tipo de recuerdos y sensaciones guarda en su subconsciente mi hijo, de sus primeros días de vida. Tiene una cicatriz en su pecho por lo de los pulmones y otra en la pierna, ya que solo ahí pudieron insertarle una vía. Sé que le sacaron sangre de su cabeza para los exámenes y le hicieron varias ecos de todo su cuerpo. Todo esto lo afrontó solito. Capaz alguna enfermera le habrá agarrado su manita o le habrá consolado… no lo sabré nunca.

 
A los 15 días me lo pude llevar a casa. Al fin había recuperado peso. Salió pesando 1800 gramos.
 
No puedo describir esa mezcla de terror y alegría que se siente llevarse a tu bebé a la casa después de todo lo que habíamos pasado.
 
Hasta que cumplió las 40 semanas me la pasé de paranoica encerrada en la casa. Sin recibir visitas. Sin salir. Dedicada a dar de comer a Ignacio cada hora. De día y de noche. Midiendo cada mililitro que sobraba. Contando pañales para verificar que no esté deshidratado… todo esto sin descuidar a mi hija mayor, quien ha dado muestras de gran valentía y se convirtió en un apoyo para su hermano.
 

Dicen que los prematuros nacen tres veces. El día en que verdad nacen, el día que salen del hospital, y el día que cumplen las 40 semanas. Nada más real. Son hitos que no se olvidarán nunca.

Hoy, Ignacio está a 7 días de cumplir 4 meses. Pesa 6 kg. (Percentil 27) Mide 64 cm. (Percentil 51). En el tema peso y talla está completamente recuperado. Está dentro de lo esperado para un niño de 4 meses, aun cuando lo valoran como un niño de 3 meses.

 
En el  tema motriz todavía tiene un poco de retraso, hace pocos días recién pudo mantener su cabeza fija y fijar la vista en los objetos. Todavía no se gira. Los médicos me dicen que no es para preocuparse, que a los 2 años estará igual que el resto de niños y que su prematurez y bajo peso quedarán en el olvido.
 
Es un niño feliz. Adora a su hermana, el solo escuchar su voz hace que empiece a reír. Es un bebé muy pero muy cariñoso. Al verlo, nadie podría presumir todo lo que ha pasado. Todos a su alrededor nos sentimos aliviados de verlo crecer a pasos agigantados todos los días. ¡Ignacio es un milagro!… y nos ha llenado de energía a todos los que estamos junto a él.
Madre mía Carla, ¡qué feliz me hace leerte y qué preciosa vuestra historia! Y qué maravilla un niño tan pequeño dando ya tanto ejemplo a los adultos. ¡Hay mucho que aprender de él! Espero que disfrutéis mucho ahora de esa preciosa familia que habéis formado. Un beso muy fuerte
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Y a los que nos estáis leyendo, ya sabéis que podéis mandarnos también vuestra historia o testimonio para publicar al correo de bajopercentil@outlook.es. ¡Os esperamos!
 

Bebés de bajo peso en el embarazo (RCIU)

Echo-photo-980x675Me pongo hoy un poco seria para escribir este artículo. Después de leer bastantes de vuestros testimonios, me he dado cuenta de otro grupo de madres que suelen pasar bastante mal el tema del bajo peso de los bebés. Sois las mamás embarazadas con bebés que, por el momento, van de bajo peso. Muchas os hacéis preguntas como por qué y qué debéis hacer para que el bebé nazca lo más sano posible. Así que me he documentado para ayudaros en lo máximo posible.

En primer lugar, no debéis preocuparos ni permanecer alerta salvo que el bebé esté por debajo del percentil 10 en el embarazo. A este bajo peso se le llama Restricción del Crecimiento Intrauterino (RCIU).

¿Por qué mi bebé pesa poco o crece poco en el embarazo?

Hay varias respuestas posibles a esta duda, pero lo más importante de todo es que las mamás estéis tranquilas y os cuidéis y dejéis mimar, porque el estrés precisamente es un factor que no le viene nada bien a vuestro bebé. En mi caso, os puedo contar que mi ginecólogo me comentó que hay muchos bebés hoy en día que nacen más pequeños en el caso de las madres trabajadoras, debido precisamente al estrés. Ahí tenéis una posible causa. Otras posibles:

Delgadez extrema de la gestante: tenéis que tener en cuenta que tan mala es la obesidad y el exceso de azúcares que muchas os cuidáis por el tema de la diabetes gestacional, como la delgadez o no aportar al bebé los nutrientes necesarios. Aquí os dejo un artículo interesante al respecto. No olvidéis, además de una alimentación suficiente y adecuada, tomar desde el inicio del embarazo los complejos multivitamínicos que os recete el ginecólogo y que ayudan también al desarrollo del bebé.

Tabaquismo: sí, sé que hay algunas que, por más que lo intentasteis, no conseguisteis dejarlo al quedaros en estado. Si vuestro bebé tiene bajo peso, ahora es el momento de poneros serias en esto… No hablemos de alcohol y drogas. Sabéis que no podéis tomar ni una pizca y sí, influye también en el bajo peso.

Hipertensión: Los controles de tensión en la farmacia deben ser una rutina cada cierto tiempo para ver que todo va bien al respecto.

Ciertos medicamentos: Podéis consultar al médico, en caso de estaros medicando por algo, si ese tratamiento podría estar influyendo en el bajo peso del bebé.

Infecciones o enfermedades de la madre: repito que dejéis cuidaros y mimaros. Aun así, si se debiera a esto, siempre estad en manos de médicos y no dejéis que el estrés os invada.

Trastornos genéticos o anomalías genéticas: debéis pensar que es un mínimo porcentaje de los casos y normalmente, con cuidaros y cuidar al pequeñín, todo va a salir muy bien.

Ausencia de una arteria en el cordón umbilical: Habitualmente, el cordón umbilical comunica al bebé con la madre por tres vasos, dos arterias y una vena. Pero hay casos en que falta una de las arterias. Esto sucede en un 0,8% de los embarazos únicos y un 5% de los embarazos múltiples. No tiene por qué suponer un grave peligro, pero al tener algo más de dificultad para que llegue todo el alimento, a veces esto repercute en el bajo peso del bebé o partos prematuros. Normalmente el médico te ordenará un reposo más estricto que en otros embarazos.

Partos múltiples: en este caso es perfectamente normal que los bebés tengan menos peso y nazcan semanas antes que los partos unitarios. Así que no os agobiéis porque probablemente fuera del útero vuestros bebés cobrarán un peso perfecto.

Genética simple: A veces, simplemente tendréis un bebé chiquitín y hay que vigilar que su crecimiento no se frene ni decrezca. Cuidaros y reposad cuando debáis hacerlo y todo irá bien.

– Insuficiencia placentariaAñado este otro posible motivo gracias a la colaboración de nuestra lectora Laia, que lo sufrió en sus carnes. Se suele detectar a partir del segundo trimestre del embarazo porque no tiene síntomas y es entonces cuando ya se aprecia mejor el crecimiento de la placenta y el bebé. La placenta es la que abastece de alimento y oxígeno a nuestro pequeño, así que es muy importante su buen desarrollo. A veces puede afectar, como en otros casos, el tabaquismo, la hipertensión o diabetes, pero otras, como el caso de Laia, no se puede atribuir más que a una anomalía en el desarrollo. Y en estos casos lo único que los médicos suelen recomendar es reposo (más o menos, relativo o absoluto, según el caso) y controles más exhaustivos.

¿Qué puedo hacer?

Obviamente, lo que el médico te recomiende en cada circunstancia. Para resumir, y común para todas, es importante la dieta equilibrada que os comentaba antes, los controles de tensión, tomar las vitaminas del embarazo y, dependiendo del caso, reposo relativo o absoluto. Si crees que el trabajo o una situación te está provocando más estrés del debido, no lo dudes e infórmate para pedir la baja o alejarte de esa circunstancia. Lo importante es la salud tuya y de tu pequeño. ¡Espero haberos servido de ayuda y que tengáis una horita corta! 😉

Bebés prematuros y bajo peso

Fuente: freeimages

Fuente: freeimages

Aunque no lo he experimentado, me gustaría hablar en este post de los bebés prematuros y los nacidos en partos múltiples. Son niños que, por las circunstancias especiales del embarazo, nacen con un peso más bajo. Quizás en un primer momento lo del peso será lo que menos preocupa a unos papis que sólo quieren ver que su peque evoluciona favorablemente (a menudo en incubadoras) y sus pequeños órganos se forman y funcionan con normalidad.

Pero poco a poco, y sobre todo las mamis, se verán agobiadas por el modo de darles de comer: si quieren lactancia materna, tendrán que luchar para que su peque se agarre en los ratitos que puede sacarle de la incubadora. O bien intentar con biberones especiales, vasitos… un mundo agotador y fuera de la intimidad de un hogar si se encuentran hospitalizados, como suele suceder las primeras semanas.

Una vez en casa, puede que, si fue parto múltiple, un niño se desarrolle más rápido que otro, con lo que las comparaciones se hacen inevitables. ¿Por qué uno come tan mal y el otro no?

En todos los casos, siempre habrá una vecina fisgona, una cajera antipática o un pediatra agobiante que culpen (directa o indirectamente) a los padres del bajo peso del pequeño. Y en este caso de prematuros, nunca lo olvidéis: vuestro bebé no nació a término y por tanto, su peso NO DEBE NI PUEDE SER el mismo de un niño que nació en la semana 39-40-41…

Porque parece que, una vez que el pequeño ha salido de la incubadora y está en casa, tiene que crecer de golpe y aparentar una edad que no tiene. ¡En condiciones normales seguiría en la tripita de su mamá! Y claro, al nacer se puede comprar la talla de prematuros pero, ¿no es frustrante ir a comprar cuando tiene 5 meses y tener que ponerle ropa de sólo 3?

Por eso es importante que los padres de estos niños tengan paciencia y en todo momento sean conscientes de que si no come como uno de 5 meses es ¡porque no los tiene si contamos el período de gestación! Y si tarda más en desarrollarse, en crecer, etc… No habrá que agobiarse tampoco. ¿Conoces algún caso que puedas contarnos?