Miedo a la báscula

Báscula infantil marca Beurer

Báscula infantil marca Beurer

 

La temida báscula. Aquello a lo que nos enfrentamos las madres de bebés con bajo percentil.

Cuando ir al pediatra se convierte casi en un examen que rara vez apruebas, de ésos a los que vas vendida. Da mucha más rabia que en los que no has estudiado, porque aquí sabes que lo has dado todo pero, simplemente, no llegas al nivel. Has probado distintas leches, biberones, tetinas, cereales, cucharas… Distintas tácticas para atraer la atención: la tele, los sonajeros, las canciones… Pero igualmente, sabes que, como mucho, llegarás al 4,5 pelado.

Como he comentado ya en alguna entrada, el primer pediatra de Paula la pesaba cada cuatro-cinco días. Tenía que ir en coche, buscar aparcamiento en una zona complicada y aguantar el chaparrón del examen. Duré demasiado, pero finalmente decidí que aquello no era vida. En la farmacia me conocían y también me preguntaban cada vez que la pesaba, con lo cual me sentía doblemente examinada.

Dejé de ir a la farmacia a pesarla y dejé de ir a ese pediatra. Así de fácil. No me escondo bajo tierra como los avestruces ni eludo el tema, pero quiero que mi hija y yo seamos felices. Y bajo presión ni estaba engordando más ni éramos felices.

Ahora la pesamos simplemente en las revisiones de la nueva pediatra, cada tres semanas o cada mes aproximadamente. Y de vez en cuando, en la báscula que tenemos en casa para adultos, nos pesamos con ella y sin ella para hacer una estimación. ¡Pero cada 10 días como mucho!

Si hay que hacer algo, darle alimentación especial, hacerle pruebas… la pediatra dirá, pero dejémoslo en manos de especialistas y sin estresar a nuestros bebés.

Esto que os digo sobra decir que es mi opinión y a través de la experiencia. Ahora os leo: ¿qué hacéis o haríais vosotr@s?

1 comentario en “Miedo a la báscula

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