No se trata ni mucho menos de un insulto. Es más, me incluyo en esta categoría y paso a continuación a explicaros por qué. Muchas madres tratamos de recuperar la figura de los partos pero, ¡ay! Nos topamos con la crianza de nuestros peques. Lo resume muy bien esta situación:
Hace unos meses, me encontraba comiendo el medio yogur que mi nena se había dejado. Entonces mi marido me soltó: “Ya sí que eres una madre de verdad, comiéndote los restos”. Entonces de golpe vino a mi memoria la imagen de mi propia madre, haciéndose de cena lo que a nosotros nos había sobrado del mediodía, y cosas así. ¡Soy mamá basura! Y a mucha honra, porque eso quiere decir que sacrifico mi propia comida por las sobras y, además, que en casa no se tira comida.
Aunque tengo que decir que, a veces, las sobras de nuestros peques no son precisamente un sacrificio, y más de una se habrá puesto buena de chuches alguna vez… ¡pues que aproveche, que seguro que como mami se tiene, además de eso, todo el cielo ganado! Si encima tu pequeño es de nuestro grupo de malcomedores, ¡puedes montarte festín con las sobras! 😀
Y luego debemos mencionar otra categoría, las ‘mamás hurtadoras’, que a veces son también ‘mamás basura’ y que, con tantas tentaciones en su despensa (patatas fritas, gusanitos, bollitos, etc) ¡acaban pecando en un descuido! Aysssss ¿así quién hace dieta?
Y ahora, ¡¡confesad vuestros pecadillos!! 😉
Yo también lo soy!! Y cuando deja huevo frito soy feliz! jejejee
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Así que huevos fritos, hummmm 😉
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jajaja, yo me confieso como made basura, mamá hurtadora y todo lo que pongas por ahí. En mi caso es imposible hacer dieta, me como hasta lo que se le cae al suelo (y eso que el gato a veces se me adelanta), puff, un desastre. Mi problema es que ceno dos veces, lo que se deja en el plato a las 8 de la tarde y luego mi cena. Así no me extraña que esté rompiendo todos los percentiles (desgraciadamente me refiero a mí, jajaja) Y si no sobra nada da igual, porque con esto de probar si la comida que le doy está caliente o fría, me he convertido en una gran catadora que picotea de todos lados.
¡No tengo remedio!
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Jajaja cómo me he reído con tu comentario. ¡Es verdad, yo creo que debería ser objeto de estudio si el percentil bajo de los niños es inversamente proporcional al de las madres que nos comemos sus restos! 😛 Un beso
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Yo soy «esposa basura», porque lo que sobra de la cena me lo como al día siguiente! jajajaja! A mi tampoco me gusta tirar nada, y oye, mientras esté comestible, por qué no?
Un beso
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¡¡Jajajaja, ése es el camino!! Aunque no estoy segura de si me comería unas coles o un repollo de sobras… se estudiará ;-P
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Yo me uno a mama ingeniera. También me como las sobras si están en condiciones claro! jajaja. Cuando trabajaba cuidando a unos peques me comía sus sobras, así que sí, seré mamá basura.
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Jajaja y mamá basura a mucha honra, ya verás 😉
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Yo estoy «gorda por lástima» http://wp.me/p4xfVo-fX o en tus palabras: mamá basura! Veo que nos pasa a muchas mamás en todo el mundo!
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¡anda, qué casualidad tu post, qué bueno! Está claro que sí es universal jajaja qué risa. Un beso fuerte desde España
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Si Montse…ya no me siento tan sola en esta dieta de engorde!!! Un beso desde Guatemala!
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jaja, mis hijos, sobre todo el peque, no dejan nada!!! Yo más bien soy de las que ataco el plato cdo lo estoy preparando, toda la vida he comido con ansiedad..puedo no acordarme de la comida en horas pero, sin la tengo delante, no puedo dejar de comer,jaja…
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Entonces eres más animal de despensa, ¿no? jajaja. Yo un poquito de todo, ay que ver!!!
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Yo también!
Me como los restos, que la verdad es que Leo deja poquitos restos, casi siempre se come todo bastante bien, pero eso de tirar la comida me pone negra así que si queda algo para mi
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Eso eso, que está mu mal la cosa y nada de tirar…
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