Pienso que inculcar la lectura desde pequeños es muy importante. La cultura hace a la persona libre, porque el conocimiento abre increíbles puertas a otros mundos, fomenta la propia imaginación, estimula el vocabulario y el apetito de querer saber más y más… Mi amor por los libros desde bien pequeñita me hace desear que mi hija también los ame, porque la lectura me ha hecho mucho bien, y es lo que quiero para ella. Así que confieso que estoy disfrutando como una enana redescubriendo con ella lecturas infantiles, olvidadas, aventuras asombrosas…
¿Pero qué se lee con un niño que no sabe leer? Pues aquí os dejo una muestra para que os dé ideas a los que tenéis bebés o niños en edad preescolar. Algunos libros no los encontraréis tal cual si son antiguos, pero os puede ayudar a encontrar algo similar. Más que títulos, os recomiendo tipos de libros y las cualidades que pueden ser interesantes. ¡Hay tanta variedad! Así que no tenéis excusa:
- Libros de baño: Son los típicos plastificados con los que los más pequeños empiezan a experimentar texturas y diversión. Estimulan los sentidos de la vista (suelen tener vivos colores), el tacto (son blanditos y algunos con sonidos al apretarlos) y empiezan a trabajar el reconocimiento de figuras geométricas, animalitos, escenas cotidianas del día a día… Pueden meterlos en la bañera sin problemas, babearlos, sobarlos… jajaja que no se van a romper. Al menos hasta que empiecen a morder y arañar, claro, porque entonces guardaréis más de uno con la espuma ya por fuera… 😦
- Libros de tela: También suponen un inicio para los bebés más ‘bebés’. De nuevo sirven para sorprender con diferentes texturas, a la vez que iniciarlos en colores y formas que poco a poco irán descubriendo.
- Libros puramente didácticos: Aunque todos los libros infantiles suelen abarcar o englobar algún tipo de enseñanza, aquí nos referimos a los más estrictamente pedagógicos para preescolares: las formas, las letras, los números, las frutas, etc.
- Libros con un fin específico: Sirven para explicar a los pequeños una situación por la que están atravesando en su vida y que supone un cambio para ellos. Puede ser la retirada del chupete o el pañal, la llegada de un hermanito, la muerte de un ser querido… cada vez son más populares y refuerzan todo el trabajo psicológico paralelo en familia.
- Libros del día a día: Cuentos que reflejan situaciones del día a día de nuestros pequeños: lavarse los dientes, irse a dormir, ir al supermercado, a la guardería… también sirven de refuerzo para explicárselo a los niños y, además, para aprender nuevo vocabulario (nombres de prendas de vestir, de material escolar, alimentos…).
- Libros con sus personajes favoritos: Mickey Mouse, Peppa Pig, Caillou, Pocoyó… forman parte de sus vidas, nos guste o no. Y qué mejor que acercarlos a la lectura con alguna de sus pasiones. Poco a poco, ellos irán eligiendo sus preferidos… ¡van teniendo sus propios gustos!
- Libros con animales: Son un mundo aparte, por la gran variedad que podemos encontrar. Gracias a ellos, muchos niños aprenderán a reconocer los diferentes tipos: de granja, del bosque, de la selva, domésticos…
- Cuentos para antes de dormir: desde los clásicos de toda la vida, a cuentos de Disney, magia e historias sorprendentes, cada vez con tramas más complicadas…